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Lado

Con ocasión de un mitin en de campaña en Gijón para las elecciones europeas de este 2024, Pedro Sánchez arengaba a sus irreductibles diciéndoles que, “o se está con Milei, Netanyahu, Abascal, Feijoo o Aznar o se está en el lado bueno de la historia” ; “o se está con la convivencia o se está con Abascal también y con Ayuso”; “o se está con la mitigación del cambio climático o se está con Aznar”; “o se está con el juego limpio o se está con Feijoo”. 

Semejante contundencia en los razonamientos pareciera provenir del líder de un partido político impecable en su historia, en su fondo y en sus formas, de un partido casi sin pasado y, sobre todo, de un partido sin muertos en el armario.

Una vez más, Sánchez recurre al presentismo y a su mayor aliado, la falta de memoria para tapar lo que realmente esconde la cronología de un partido, el PSOE, repleto en sus casi 150 años de historia de eventos oscuros, conspiraciones, traiciones y de tanta sangre que, si existe un “lado bueno de la historia”, desde luego el partido de Sánchez no está en él, sino justo en el contrario. 

Hablamos de una formación política caracterizada por un pasado tenebroso y criminal, siempre del lado de la mentira, de la tergiversación y la corrupción, con un desprecio secular hacia la democracia y una inclinación al ejercicio de la agitación callejera y la desestabilización de los gobiernos legítimos que le han colocado, sin duda, en el lado más negro de la historia de España. 

Poco después de su fundación, en 1909, el PSOE comenzó a mostrar sus dotes agitadoras y desestabilizadoras cuando, junto con los anarquistas, se empeñaron en culpar al Gobierno de la guerra de Marruecos, declarando que era aquel y no los marroquíes “el verdadero enemigo[s] del pueblo español”, convocando la primera huelga general revolucionaria cuyo único objetivo no era mejora social o laboral alguna, sino un desequilibrio gubernamental que concluyó con los sangrientos sucesos de la semana trágica de Barcelona. 

Al año siguiente, el fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse[1]i No confundir con Pablo Iglesias Turríon, fundador de Podemos quién al contrario que Posse, parecía tener como una de sus principales misiones la de destruir al PSOE.  se convirtió en el primer marxista en el Congreso de los Diputados, dejando muy claro desde el primer momento su profunda animadversión por el liberal conservador Antonio Maura, suficiente incluso para justificar su asesinato. 

Ante todos los diputados de las Cortes de Madrid, el 7 de Julio de 1910 proclamó que consideramos “que antes que permitir que Su Señoría suba al poder estamos dispuestos a considerar el atentado personal” 

Quince días después, el 22 de julio de 1910, Antonio Maura fue víctima de un atentado terrorista del que consiguió salir con vida. Quien quiera entender, que entienda. 

Transcurridos algo más de dos años, el 12 de noviembre de 1912, José Canalejas, quien había ocupado el puesto de enemigo público número uno del socialismo en lugar de Maura, murió en un atentado a manos del anarquista José Pardines. 

El 8 de marzo de 1921 en la plaza de la Independencia de Madrid, tuvo lugar el asesinato de Eduardo Dato, a la sazón presidente del Consejo de Ministros, a manos de los miembros de la Regencia Activista Pedro MateuLuis Nicolau y Ramón Casanellas que, si bien eran anarquistas y no socialistas stricto sensu, compartían con los estos un objetivo común de luchar contra la opresión del Estado y el capitalismo, por lo que es fácilmente entendible que su adscripción a uno u otro movimiento era puramente semántica, máxime si atendemos a la comunión ideológica y la correlación entre ambos en el contexto convulso en lo social, político y laboral de la época. 

Parecieron encontrarle gusto a dictar sentencias de muerte a través de sus discursos en Las Cortes, pues el diputado del PSOE, Ángel Galarza declaró en la sesión del 1 de julio de 1936, dirigiéndose al líder monárquico José Calvo Sotelo: la violencia puede ser legítima en algún momento, pensando en Su Señoría, encuentro justificado todo, incluso el atentado que le prive de la vida. 

Dos semanas después, Luis Cuenca, quien fuera escolta personal del socialista Indalecio Prieto y miembro de La Motorizada acabó con la vida de José Calvo Sotelo descerrajándole dos tiros en la nuca en lo que, para la muchos, supuso el detonante de la Guerra Civil Española[2]El historiador estadounidense Stanley G. Payne opinó sobre este asesinato:  El último y más intenso golpe fue el asesinato de Calvo Sotelo a manos de la policía estatal izquierdista e … Continue reading. 

Pero no sólo con estos mimbres parece tejerse ese “lado bueno de la historia” en el que Sánchez coloca al PSOE. Sucesos de menor calado, pero no importancia que los asesinatos, han tenido como protagonistas a socialistas. 

Así, ilustres sucesores de Iglesias Posse, incluso los considerados moderados, como Indalecio Prieto o Juan Negrín, llevaron a cabo acciones que van desde la astracanada de sacar el revolver y amenazar con él al Diputado Jaime Oriol (Prieto) en el transcurso de un rifirrafe dentro del Congreso, hasta el enorme menoscabo para las arcas públicas que supuso la entrega de 510 toneladas de oro, correspondientes al 72,6 % de las reservas del Banco de España, desde su depósito en Madrid hacia la Unión Soviética, a los pocos meses del inicio de la guerra civil española, por orden del gobierno de la II República, presidido por el socialista Francisco Largo Caballero a iniciativa de su ministro de HaciendaNegrín. 

No se puede concluir un repaso mínimamente descriptivo de este curioso lado bueno de la historia del socialismo español sin mencionar la Revolución de Asturias de 1934, liderada (cómo no) por socialistas, anarquistas y comunistas, desencadenada como respuesta a la inclusión de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) en el gobierno republicano. Los mineros asturianos tomaron las armas de las que previamente les habían provisto comunistas y socialistas y establecieron un gobierno revolucionario en Oviedo con el fin de implantar un régimen socialista. La insurrección fue duramente reprimida por el ejército dirigido por el general Franco, resultando en miles de muertos, heridos y encarcelados y dejando profundas divisiones sociales y políticas en España. 

Esta herida social, unida al asesinato de Calvo Sotelo, fue, a juicio de una mayoría de historiadores, el detonante de la guerra civil española de 1936. 

Y así, completando el ciclo, volvemos a Asturias, año 2024, a un mitin del PSOE con su secretario general MINTIENDO de nuevo sobre la posición en la que la historia coloca realmente a su partido, blanqueando sin el menor pudor a personas y hechos de los que no sólo no se arrepienten, sino que parecee que se enorgullecen. 

Círculos que se cierran y esperanzas, vanas o no, de hechos que no se repitan. La historia es la historia, sólo hay que detenerse en ella y esperar , no volver a las andadas. 

 

 

References

References
1 i No confundir con Pablo Iglesias Turríon, fundador de Podemos quién al contrario que Posse, parecía tener como una de sus principales misiones la de destruir al PSOE. 
2

El historiador estadounidense Stanley G. Payne opinó sobre este asesinato: 

El último y más intenso golpe fue el asesinato de Calvo Sotelo a manos de la policía estatal izquierdista e insubordinada, y de activistas socialistas. Este asesinato fue el equivalente funcional en España al asunto Matteotti en Italia en 1924, que dio como resultado una crisis que precipitó la instauración de la plena dictadura, mientras que aquél precipitó en último término la guerra civil. El que Matteotti fuera asesinado por los fascistas y Calvo Sotelo lo fuera por un socialista refleja las diferencias existentes entre los dos sistemas en cuanto a la fuente esencial de la violencia. Sin embargo, existieron otras diferencias igualmente importantes entre las situaciones italiana y española. En la primera, el gobierno fascista había alentado la violencia contra la oposición izquierdista, aunque es probable que no ordenase el asesinato de Matteotti, y sus propios seguidores le forzaron al final a asumir la responsabilidad del delito. En España, el Gobierno republicano de izquierda nunca alentó la violencia de forma directa, pero se negó a adoptar una postura efectiva contra ella, demostrando no estar dispuesto a arrestar y procesar a los responsables 

 

2 thoughts on “El lado bueno de la historia

  1. Muy buen resumen de la historia .
    Y dado que cita al socialista Ángel Galarza indague qué fue de los hermanos Calamita, de Zamora, sólo por ser uno de ellos el preferido de la zamorana que pretendía Ángel Galarza para si.

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